Description
Este molde sagrado de Tsatsa, fundido en fino bronce, presenta la forma compasiva de Chenrezig, el Señor de la Compasión Infinita, con una altura de 10 cm y un ancho de 8 cm, y un peso de 0.65 kg. Sus intrincados detalles capturan la mirada serena y la presencia gentil de Chenrezig, grabados con esmero para reflejar sus cuatro brazos—símbolos de su incansable labor por liberar a todos los seres. Cada línea y curva de este molde es un testimonio de la maestría que honra el Dharma, ofreciendo una herramienta para crear Tsatsas de profunda profundidad espiritual.
Chenrezig, conocido como Avalokiteshvara en la lengua antigua, es la encarnación de la compasión de los Budas. Con su sagrado mantra, Om Mani Padme Hum, observa el mundo, escuchando los lamentos de aquellos que sufren. Sus cuatro brazos sostienen el loto de pureza, el mala de atención plena y la joya que cumple deseos de iluminación, mientras sus manos se unen en oración por todos los seres sintientes. Crear su forma en una Tsatsa es invitar su amor infinito a tu práctica.
Con este molde, la arcilla que moldeas se convierte en algo más que tierra—se convierte en un recipiente de mérito y purificación. Cada Tsatsa que creas limpia los obstáculos del flujo mental y siembra semillas de despertar, no solo para ti, sino para todos los que encuentren su presencia. Coloca estas ofrendas en tu altar, dentro de una estupa o en un lugar sagrado, y deja que irradien las bendiciones de Chenrezig. Ya sea dejadas simples o adornadas con color, cada Tsatsa es un paso hacia la compasión y la sabiduría, un regalo silencioso para el mundo.
Cómo hacer Tsatsa
Aquí hay una forma simple pero profunda de crear Tsatsas, explicada en cinco pasos con la claridad de la guía de un lama, para aquellos que buscan caminar por este camino sagrado:
Prepara con Intención
Comienza con una mente clara, dedicando el acto al bienestar de todos los seres. Reúne arcilla fina y suave y un molde limpio—quizás de un Buda o una estupa. Espolvorea ligeramente el molde con arcilla seca o ceniza para facilitar la liberación. Esto prepara el terreno para el trabajo sagrado.
Moldea con Cuidado
Trabaja la arcilla hasta que esté suave y maleable, luego presiónala firmemente en el molde. Llena cada detalle con manos firmes, asegurándote de que no queden huecos. Esto forma la imagen sagrada, un reflejo del estado despierto.
Libera con Paciencia
Una vez que la arcilla se asiente ligeramente—no demasiado húmeda ni quebradiza—golpea suavemente o facilita la salida de la Tsatsa del molde. Manipúlala con respeto, permitiendo que emerja naturalmente, así como la verdad se revela en la quietud.
Seca con Reverencia
Coloca la Tsatsa en un lugar sombreado y pacífico para que se seque—bajo una suave luz solar o cerca de un altar. Deja que se endurezca a su propio ritmo. Algunos mezclan cenizas sagradas o hierbas en la arcilla de antemano, vinculándola a las bendiciones de la línea de transmisión. Este es su tiempo de asentamiento.
Ofrece con Propósito
Cuando esté seca, coloca la Tsatsa en un altar, en una estupa o en un lugar sagrado. Ofrece una oración para consagrarla, invitando la presencia de la iluminación. Puede permanecer simple o ser pintada con devoción. Cada Tsatsa se convierte en una ofrenda de mérito y purificación.
A través de estos cinco pasos, lo ordinario se transforma en lo extraordinario. Cada Tsatsa elaborada de esta manera irradia beneficio, iluminando el camino para todos los que la encuentren.
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