Description
El mandala Om Namaha Sivahaya con Shiva en el centro está pintado a mano en Katmandú, Nepal. Shiva significa literalmente “auspiciosidad, bienestar”.
Él es el tercer dios de la Trinidad hindú y es el dios de la destrucción. Representa la oscuridad, y se dice que es el “dios enojado”.
El término destrucción en relación con los deberes cósmicos de Shiva puede ser engañoso. A menudo, el Señor Shiva destruye presencias negativas como el mal, la ignorancia y la muerte.
Además, es la destrucción creada por el Señor Shiva la que permite la recreación positiva. Por ejemplo, un artesano puede fundir (es decir, destruir) viejas piezas de metal durante su proceso de creación de una hermosa obra de arte.
Por esta razón, Shiva desempeña un papel complementario al de Brahma, el dios de la creación. Shiva protege las almas hasta que están listas para la recreación por parte de Brahma. Debido a sus conexiones con la destrucción, el Señor Shiva es una de las deidades más temidas y veneradas en el hinduismo.
Sin embargo, según el hinduismo, la creación sigue a la destrucción. Por lo tanto, Shiva también es considerado un poder reproductivo, que restaura lo que ha sido disuelto. Como restaurador, se le representa como el linga o falo, un símbolo de regeneración.
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