El Bodhisattva de la Compasión Chenrezig

Description

En el panteón budista tibetano de seres iluminados, Chenrezig es conocido como la encarnación de la compasión de todos los Budas, el Bodhisattva de la Compasión.

Historia Legendaria

Según la leyenda, Chenrezig hizo un voto de que no descansaría hasta haber liberado a todos los seres en todos los reinos de sufrimiento.

Después de trabajar diligentemente en esta tarea durante mucho tiempo, miró a su alrededor y se dio cuenta de la inmensa cantidad de seres miserables que aún debían ser salvados.

Al ver esto, se sintió desolado y su cabeza se partió en miles de pedazos. El Buda Amitabha reunió los pedazos de nuevo en un cuerpo con muchos brazos y muchas cabezas, para que Chenrezig pudiera trabajar con innumerables seres al mismo tiempo.

Iconografía

A veces, Chenrezig es visualizado con once cabezas y mil brazos extendidos a su alrededor. Chenrezig puede ser la deidad budista más popular, excepto por el mismo Buda; es amado en todo el mundo budista.

Es conocido por diferentes nombres en distintas tierras: como Avalokiteshvara en el antiguo idioma sánscrito de la India, como Kuan-yin en China, y como Kannon en Japón.

Como Chenrezig, es considerado el Bodhisattva patrón del Tíbet, y su meditación se practica en todas las grandes líneas del budismo tibetano.

Se creía que el amado rey Songtsen Gampo era una emanación de Chenrezig, y algunos de los maestros de meditación más respetados (lamas), como los Dalai Lamas y Karmapas, que son considerados Budas vivientes, también se cree que son emanaciones de Chenrezig.

Compasión y Amor

Siempre que somos compasivos o sentimos amor por alguien, o por un animal o alguna parte del mundo natural, experimentamos un atisbo de nuestra propia conexión natural con Chenrezig.

Aunque puede que no seamos tan consistentemente compasivos como algunos de los grandes maestros de meditación, los budistas tibetanos creen que todos compartimos, en nuestra naturaleza básica, una compasión y sabiduría incondicional que no son diferentes de lo que vemos en Chenrezig y en estos lamas.

Mantra

Podríamos tener dificultades para creer que no somos diferentes a Chenrezig, pero al aprender sobre la naturaleza de la compasión y sobre Chenrezig, repitiendo su mantra Om Mani Padme Hum e imaginando que nos gustaría ser como Chenrezig, pretendiendo que realmente somos como Chenrezig, podemos llegar a ser conscientes de una creciente compasión en nuestras vidas y, en última instancia, nos dicen los lamas, despertar como budas completamente sabios y compasivos.