Origen del Yoga y su conexión con el Budismo
Hoy en día, se pueden encontrar clases de yoga en casi todas las ciudades, y existen numerosas plataformas en línea que facilitan la práctica del yoga en casa.
El yoga implica una combinación de posturas físicas y trabajo de respiración, que pueden ser estáticas o fluidas, lentas o rápidas.
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Orígenes históricos del Yoga
Es esencial comprender la esencia fundamental y el propósito del yoga, así como sus orígenes históricos.
Esta historia ofrece valiosas perspectivas sobre el contexto cultural en el que vivió el Buda y compartió sus enseñanzas, particularmente para aquellos interesados en el budismo.
Las raíces del yoga se remontan a civilizaciones antiguas, evolucionando con el tiempo para abarcar diversas dimensiones espirituales y filosóficas.
En resumen, la historia del yoga y su evolución espiritual se desarrolla de la siguiente manera:
- La Civilización del Indo (3000 a.C. – 1300 a.C.): Esta antigua civilización sugiere la presencia temprana de prácticas similares al yoga, como se observa en hallazgos arqueológicos.
- El Período Védico (1750 a.C. – 600 a.C.): Los Vedas, los textos sánscritos más antiguos, emergen durante el declive de la Civilización del Indo. Los Upanishads, parte de los Vedas, introducen el yoga en el contexto de la autorrealización y la unificación con el principio cósmico, “brahman”.
- El Buda (siglo VI a.C.): Las enseñanzas del Buda en el período post-védico enfatizan el ascetismo y la exploración filosófica.
- Yoga Ashtanga: Los Yoga Sutras de Patanjali (siglos I d.C.) proporcionan un camino estructurado que enfatiza la conducta moral y la meditación.
- Hatha Yoga: El hatha yoga, que tiene su origen en textos budistas, se centra en posturas físicas y control de la respiración, a veces enfocándose en el desarrollo de poderes sobrehumanos (siddhis).
Apego en el Yoga Moderno
En el yoga moderno, el enfoque se centra principalmente en mantener y variar las posturas físicas mientras se incorpora la respiración rítmica. Ocasionalmente, se incluyen breves sesiones de práctica meditativa, seguidas de un breve período de relajación.
Algunos instructores de yoga, como Ahba, han señalado que este tipo de yoga sirve principalmente como un ejercicio energético y conlleva el riesgo de apego a esta energía.
La concentración, un elemento crucial en el camino original del yoga hacia la liberación última, no se desarrolla adecuadamente en esta forma de yoga.
Además, existe un peligro potencial de fomentar el apego al propio cuerpo físico, lo que puede llevar a un aumento del orgullo, la arrogancia, los celos, la constante comparación con los demás y cierta dureza.
Estos factores pueden llevar a un mayor enredo en el ciclo del samsara.
Yoga Clásico y Budismo
En marcado contraste con el yoga moderno, el énfasis del yoga clásico desde tiempos antiguos estaba en la meditación y el renunciamiento a los apegos mundanos, incluido el propio cuerpo.
Curiosamente, hay una notable semejanza entre el yoga clásico y el budismo, especialmente en el camino que siguen y las herramientas utilizadas para el progreso espiritual. Sin embargo, existen diferencias subyacentes que destacan principios budistas clave.
Todo esto hace que valga la pena explorar más a fondo la relación entre el yoga y el budismo.
En resumen, aunque el yoga moderno difiere significativamente del budismo, el yoga clásico se alinea estrechamente con los principios budistas.
Aquellos que deseen profundizar su práctica de yoga más allá de una mera rutina de acondicionamiento físico son aconsejados a poner mayor énfasis en la conducta moral y la meditación, desplazando su enfoque de los aspectos físicos a los mentales y espirituales.