Cultivando el potencial de iluminación interior a través del Tathāgatagarbha
Dentro del ámbito de la filosofía budista, las enseñanzas del Buda no se limitan a doctrinas esotéricas e ideales espirituales, sino que, de hecho, están profundamente arraigadas en profundas percepciones sobre la naturaleza de la existencia y la condición humana.
Una de estas exploraciones se encuentra en los sūtras del Tathāgatagarbha y las enseñanzas del libro “Samsara, Nirvana y la Naturaleza de Buda”, derivado de él. Este libro se presenta como el tercer volumen de la serie La Biblioteca de la Sabiduría y la Compasión, coescrito por el Dalai Lama y Thubten Chodron.
Desafía la noción de mal inherente en los individuos e invita a explorar el potencial de transformación y iluminación dentro de cada ser viviente.
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Tres Razones para la Esencia de Buda
Maitreya presenta tres razones por las cuales cada ser sintiente posee la esencia de Buda, contrarrestando la noción de mal inherente en los seres.
Estas razones enfatizan el potencial de transformación e iluminación dentro de cada ser.
Pervasividad de los Cuerpos del Buda
El primer aspecto del Tathāgatagarbha es su naturaleza del dharmakaya de la sabiduría primigenia auto-surgida, impregnada por las actividades de despertar del dharmakaya.
Esto significa que la sabiduría y el poder transformador de la mente del Buda son inherentes a todos los seres.
Los cuerpos del Buda son abarcadores, permitiendo a los seres sintientes participar en las actividades de despertar de los Budas.
El concepto de los cuerpos del Buda, a menudo referido como “cuerpos del Buda” o “formas del Buda”, es una idea fundamental. Estos cuerpos representan varios aspectos del estado iluminado de un Buda.
Generalmente, hay tres cuerpos principales, conocidos como Trikaya:
- Nirmanakaya: el cuerpo físico de un Buda, la forma en que un Buda aparece en el mundo para enseñar y guiar a los seres sintientes.
- Sambhogakaya: el cuerpo de la dicha, que representa las cualidades de la mente iluminada de un Buda. Es la forma en que los Budas aparecen en reinos más sutiles y celestiales, y no es directamente visible para los seres ordinarios.
- Dharmakaya: el cuerpo último, sin forma, que representa el aspecto absoluto y trascendente de la Budeidad. Es la esencia de la iluminación misma, más allá de toda conceptualización.
Estos diversos cuerpos del Buda son inclusivos, lo que significa que abarcan todo.
Esta inclusividad implica que estas formas o aspectos del Buda permiten a todas las criaturas con conciencia conectarse con las actividades iluminadoras de los Budas.
En otras palabras, las diversas formas del Buda pueden interactuar con todos los seres, ofreciendo enseñanzas, guía e iluminación a cualquiera que las busque.
Al reflexionar sobre esto, uno puede contemplar situaciones en el mundo donde pueden haber tenido lugar manifestaciones sutiles de la influencia de un Buda, incluso si tales ocurrencias pasaron desapercibidas en su momento.
Al considerar cómo las actividades de despertar de un Buda interactúan e influyen en los seres sintientes, se puede observar el profundo impacto que tienen en las vidas de aquellos a quienes tocan.
No-Diferenciación de las Mentes
El segundo aspecto es la naturaleza de la vacuidad, donde la vacuidad de las mentes de los seres sintientes no puede ser distinguida de la pureza natural del dharmakaya.
Tanto las mentes de los Budas como las de los seres sintientes comparten la cualidad de la vacuidad, desprovista de existencia inherente.
Esto sugiere que la naturaleza esencial de todos los seres es fundamentalmente pura, y no hay mal inherente en nadie.
Así como un cielo claro puede emerger después de una tormenta, reconocer la vacuidad compartida por Budas y seres sintientes revela la pureza fundamental de la mente.
Es similar a entender que, bajo las nubes temporales de la ilusión y las emociones negativas, nuestras mentes poseen una claridad inherente, disipando la noción de mal inherente.
Transformando la Naturaleza de Buda
El tercer aspecto es la naturaleza de la línea o disposición de Buda, que culmina en los tres cuerpos de un Buda.
Los seres sintientes poseen una naturaleza de Buda transformadora que puede desarrollarse en los tres cuerpos de Buda.
Esto resalta el potencial de los individuos para crecer y alcanzar las cualidades de un Buda.
Así como un viaje de mil millas comienza con un solo paso, podemos ver que nuestra disposición de Buda transformadora implica que incluso pequeños esfuerzos hacia cualidades virtuosas y superar las no virtuosas pueden llevarnos por el camino hacia la Budeidad.
Esta conciencia alimenta nuestra motivación para la práctica espiritual, ya que entendemos que cada pequeño paso que damos nos acerca más al objetivo último de la iluminación.
Integración en la vida cotidiana
Piense en cómo una pequeña causa puede llevar a un resultado significativo, tanto en el mundo que lo rodea como en su propia vida.
Proporcione ejemplos de sus propias experiencias, como decisiones que ha tomado o fenómenos naturales.
Aplica esta idea a tu propia mente y tu capacidad para desarrollar cualidades virtuosas y superar las no virtuosas.
Reconoce que, debido a tu propia disposición de Buda transformadora, tienes la capacidad de alcanzar la Budeidad.
Deja que esta conciencia alimente tu motivación e inspiración para tu práctica espiritual.