Cómo lograr un parto sin dolor a través del yoga
Para lograr un parto indoloro, o “normal”, el Yoga ofrece ejercicios y posturas que fomentan el desarrollo saludable de los órganos secretorios, especialmente aquellos ubicados en la zona de la cintura y la pelvis, así como del sistema muscular y nervioso.
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Salud y mujeres
El mundo de la moda occidental exige que las mujeres tengan cinturas delgadas. En realidad, una mujer necesita una cintura más amplia porque su hígado, estómago, bazo, riñones, páncreas y colon se encuentran en la zona de la cintura y son proporcionalmente más grandes que estos órganos en el hombre. Esta es parte de la provisión de la naturaleza para la maternidad. La pequeña cintura de moda necesariamente va acompañada de un estómago y unos intestinos desplazados y quizás de un hígado dislocado y un riñón “flotante”.
La salud de los órganos internos de la mujer depende en gran medida de una nutrición adecuada y de un drenaje que elimine todas las impurezas fisiológicas del cuerpo. Los órganos pélvicos de las mujeres a menudo están congestionados. En caso de desplazamiento abdominal, la presión de los órganos desplazados inhibe el flujo normal y libre de sangre, lo que, a su vez, afecta la salud de las vísceras abdominales y de los órganos sexuales. La mujer es más propensa a esta combinación de complicaciones poco saludables, ya que sus órganos sexuales se encuentran dentro de la misma cavidad que los órganos viscerales.
El estreñimiento es la primera evidencia de la falta de tonicidad de esta parte del cuerpo. La alivio, según el Yoga, solo puede provenir del estiramiento completo de los músculos anteriores y profundos. La mujer que desea un parto más fácil a través del Yoga debe tener en cuenta que estos ejercicios no son del tipo que construye músculo, sino ejercicios específicos no violentos y no fatigantes.
Matsyasana, o Postura del Pez
Una postura especialmente desarrollada para contribuir a la salud de los órganos pélvicos y sexuales, este ejercicio proporciona tanto un ejercicio suave como un profundo masaje interno. Siéntate con las piernas completamente estiradas y ajusta el pie de manera similar a la Postura del Semi-Loto, doblando las piernas para que los pies estén contra las ingles opuestas, con las plantas hacia arriba.
Mientras inhalas, lentamente y con cuidado, recuéstate hacia atrás, utilizando tus brazos, si es necesario, para guiar tu caída. A continuación, acuéstate boca arriba, con las piernas dobladas, manteniendo el pie en su lugar. Para mayor comodidad en la posición supina, puedes doblar los brazos debajo de tu cabeza como un cojín.
Para completar esta asana, regresa a la posición inicial mientras exhalas. Intenta repetir este ejercicio unas cinco veces por minuto. Al principio, trabaja en esto durante aproximadamente un minuto. Más tarde, puedes extender el tiempo a tres minutos. El ejercicio se puede realizar en cualquier momento. Sin embargo, debe interrumpirse durante el embarazo avanzado.
Desde el punto de vista ético y yoguístico, en todo lo que concierne a la fisiología sexual, la consumación del ideal para una mujer es la maternidad. Se ha encontrado en India que aquellas mujeres que han seguido regularmente ejercicios de Yoga disfrutan normalmente de embarazos libres de problemas patológicos o psicológicos.
El parto para ellas está desprovisto de cualquier experiencia espantosa. La dieta del Yoga es la más adecuada durante el embarazo y los procesos de limpieza y eliminación del Yoga, que se han tratado en otras partes de este libro, proporcionan las mejores medidas antitóxicas. Sin embargo, los principios del Yoga no son de ninguna manera una antítesis a la medicina moderna. Ninguna mujer debe sentir que la práctica del Yoga es un sustituto de la atención prenatal y postnatal.
El parto indoloro no significa ausencia total de dolor. El término, tal como se utiliza médicamente, significa un parto fácil, lo cual es bastante posible para la gran mayoría de las madres. Sin embargo, puede verse afectado por factores como la construcción pélvica, la forma de presentación, etc. Quizás el mayor factor en un parto fácil sea el tono y la potencia de contracción de los músculos uterinos y abdominales.
Los cimientos para un parto indoloro deben establecerse desde temprano en la vida, y la joven que comience ejercicios yoguísticos poco después de la pubertad seguramente logrará un desarrollo adecuado tanto de los músculos externos como de los más profundos. La mujer madura puede tener que trabajar más intensamente para corregir su tono corporal. Los resultados completos pueden depender del grado en que el cuerpo ha sido descuidado y de la atención con la que se realicen regularmente las posturas.