Breve Historia de los Thangkas y Paubhas
El arte del Thanka y la pintura de thangka es muy antiguo y se practicaba ya en el siglo III a.C. en Nepal y TÃbet. Se cree que la palabra “Thangka” proviene del término tibetano “thang yig”, que significa un registro escrito. Esta pintura sagrada es conocida como Paubas en nepalà y newari, y Thangka en tibetano, y son parafernalia de la experiencia de los budistas e hindúes al plasmar su conexión con lo divino en forma de arte sobre lienzo. Estas pinturas generalmente representan dioses y diosas budistas e hindúes, el Buda en meditación y su ciclo de vida, la rueda de la vida, mandalas, Bhairab, Manjushree, Tara Verde, entre otros.
La pintura de thangka es una tradición exclusivamente tibetana que evolucionó entre los siglos VII y XII en TÃbet. Pintada sobre lienzo y montada en brocado de seda, un thangka es más que una simple obra de arte. Es un objeto de devoción, una ayuda para la práctica espiritual y una fuente de bendiciones. La pintura de thangka está estrictamente regida por reglas iconográficas. Desde la preparación del lienzo y el dibujo del sujeto, hasta la mezcla y aplicación de colores, la decoración con oro y el montaje de la obra terminada en brocado, la creación de una pintura de thangka implica habilidad y cuidado en cada etapa, mostrando un detalle meticuloso y una artesanÃa exquisita.
Se cree que los thangkas crean influencias positivas en su entorno. Sus brillantes colores y formas despiertan la mente y energizan la conciencia; sus imágenes estimulan las capacidades de visualización y nutren el corazón. Se dice que solo el acto de mirar un thangka es en sà mismo una buena acción. Al meditar sobre tales objetos, uno puede entrenar y adquirir una comprensión de ciertos tipos de conciencia que la imagen especÃfica retrata. Otra razón para encargar una pintura de thangka puede ser para promover buena salud, prosperidad o larga vida.