Rimo en la historia del arte tibetano
El término tibetano para dibujar es Rimo, que se deriva de las palabras ri, que significa “montañas”, y mo, que significa “chica”. Este término tiene una historia interesante y ha sido transmitido a través de generaciones de tibetanos.
Hace mucho tiempo, en un lugar llamado Yarlung, en el Tíbet central, había una familia nómada con un niño pastor llamado Lukdzi Agar. Solía dibujar imágenes del paisaje que observaba en piezas de pizarra y piedras con tiza y carbón. Un día, mientras cuidaba de su rebaño en las laderas de la montaña, ocurrió un chaparrón y apareció un arcoíris, junto con una hermosa niña que danzaba con gracia y le sonreía. Inmediatamente se sintió cautivado y corrió hacia la visión, pero esta se desvaneció lentamente.
Cuando regresó a su casa, rápidamente dibujó su retrato en una pizarra para que nunca la olvidara. La imagen de ella estaba grabada en su memoria y el boceto final lucía tan impresionante como ella había sido en persona. Cuando sus amigos lo vieron y le preguntaron quién era, él respondió con “ri bumo”, que se traduce como “chica de la montaña”, pero ellos lo malinterpretaron como “rimo”.
Se piensa que el término “rimo” se originó como un sustantivo para la pintura en el Tíbet. Desde entonces, el arte tibetano ha crecido inmensamente, convirtiéndose en una de las formas de arte más reconocidas en el mundo.